CULTURALES/EX HACIENDAS/HACIENDA LA ENCARNACIÓN . : - : . 3 páginas; usa las flechas
En plena conquista del territorio Zacatecano, hacia 1596 empieza el establecimiento del presidio “La Encarnación”.
La construcción se erige para resguardar el camino de Guadalajara, Tlaltenango, Malpaso y Zacatecas.
Vicente Saldívar y Roque Núñez fueron los españoles encargados del fuerte, el segundo de ellos se ganó la fama de ser muy malo con los indios
Los apresaba y les colocaba herraduras de caballo en los pies, años después, cansados los indios, atacaron el fuerte y lo asesinaron.
El fuerte entra en desuso años después con la fundación de la Villa de Jerez (1572), después de pertenecer al gran territorio que gobernó Nuño Beltrán de Guzmán.
Y una vez que es enjuiciado y llevado preso a España por su crueldad hacia los indios, la propiedad fue subastada.
Fue propiedad y herencia de diferentes familias, hasta que en 1695 llegó a las manos de Cristóbal Ximénez de Cañas y la consolidó como una hacienda agro-ganadera.
La visión de Ximénez de Cañas y su habilidad para hacer producir la hacienda hizo que para 1697 contara con 27 sitios de ganado mayor y uno de menor.
4.5 caballerías de tierra y 26 cordeles, dando un total de 48,745.42 hectáreas.
El siglo XVIII es muy importante para el destino de La Encarnación, hasta mediados de 1800.
Sus dueños seguían siendo los Ximénes de Cañas, después de un período difícil, la propiedad es vendida
Entre 1708 y 1757, ya en manos de Don Antonio Parga Ulloa, la hacienda aumenta su valor en un 300%. Permanecerá como dueño hasta 1763 cuando fue rematada y adquirida a mitad de su valor.
Juan Rodríguez Jove la compra en subasta pública con 27 sitios de ganado mayor, 2 de menor, 4 caballerías de tierra y 4.5 sitios realengos (sitios que dependían directamente del Rey).
En 1792 la Encarnación, ya en manos de José Tomas Rodríguez Gallinar recuperó su importancia, con producción agrícola, ganadera e incluso en la crianza de caballos finos.
En 1841 la Familia Moncada se convierte en la dueña, planos levantados durante su etapa como propietarios hablan de más de 53 mil hectáreas de extensión, un 24 % del territorio total del Municipio de Villanueva.
En el siglo XX la hacienda empieza a separarse, incluso 5 mil hectáreas son pasadas al municipio para su expansión.
Actualmente el complejo de la Encarnación funciona como destino turístico para el descanso. Sus habitaciones están dispuestas para aquel que quiera pasar unos días de descanso.
Los terrenos que alguna vez fueron la huerta de la casa grande son ahora las instalaciones del Balneario La Encarnación.
Aguas termales alimentan el balneario, que cuenta además con un conjunto de cabañas para aquellos que quieran quedarse.
O bien con una serie de asadores, listos para la convivencia familiar.
Rodeada de árboles y pasto, el área destinada al balneario, cuenta con canchas techadas que hacen todavía más cómoda la experiencia.