CULTURALES/LUGARES HISTÓRICOS/PANTEÓN LA PURÍSIMA . : - : . 2 páginas; usa las flechas
El Panteón La Purísima de la ciudad de Zacatecas fue fundado en 1879 y contiene una gran cantidad de esculturas y mausoleos de gran belleza.
Las tumbas de panteón La Purísima se distingue por la gran cantidad de decoración y materiales costosos.
En este panteón se emplean obeliscos, columnas o troncos de árbol, truncos que significaban la interrupción abrupta de la vida.
También aparecen esculturas que reflejan el alma en forma de mujer coronada con una estrella, como si del tránsito del espíritu al paraíso se tratara.
En sus cerca de cuatro hectáreas, el citado cementerio cuenta con cientos de esculturas en materiales muy variados que van desde la cantera hasta el costoso mármol.
Lo que refrenda la razón por la cual, a este panteón se conoce popularmente como el panteón de los ricos, pues su terreno estaba reservado para la gente más pudiente del Porfiriato.
Fue decorado con árboles y calzadas, características que evidencian la influencia europea en el diseño de estos espacios, una tendencia de la estética predominante en el Porfiriato.
La población optó por proveerle al difunto un lugar de descanso confortable y memorable, por ello las familias más pudientes decoraron las tumbas con figuras artísticas y con grandes mausoleos.
La mayor parte de las esculturas en el panteón de la Purísima del periodo prerrevolucionario se relacionaron con alegorías del difunto, así como con la personificación de la muerte.
Aunque no desaparecieron, los elementos religiosos fueron puestos en segundo plano.
Resultan muy llamativos los elementos que rememoraran directamente al difunto a quien están dedicados.
Como ocurre con las figuras maternas acompañadas de sus hijos y las esculturas de objetos referentes a la ocupación.
Por ejemplo, si el fallecido fue ingeniero, sobre su lápida se esculpen escuadras, lápices y algún compás de piedra.
Aun sobreviven las figuras de dolientes nombre que se refiere a la situación sentimental de los deudos.
Existe un monumento funerario hecho en mármol que tiene la bella escultura de una mujer que amamanta un niño.
Además las anclas son uno de los motivos que más se repiten en decenas de tumbas del siglo XIX.
Algunas de las palabras más comunes que se encuentran en estas piedras labradas son: recuerdo, perpetuidad e inconsolable.