Los Dominicos construyeron el convento, templo y su atrio en dicho año 1604. En el año de 1785 dejaron su convento para trasladarse al lugar que dejaron los Jesuitas, y los Juaninos ocuparon este lugar, los muros del templo aun se conservan después de cuatro siglos, su antiguo techo de tajamanil se sustituyó en el siglo XVIII por las bóvedas que aun se pueden apreciar. La cúpula y torre del siglo XVIII se sustituyeron a principios del siglo XX, y son las que actualmente tiene.