El origen del complejo hacendario se explica desde los inicios de la colonización del norte, nombres de conquistadores aparecen en la historia que se cuenta del lugar.
Hacia 1548 con la colonización de los territorios en marcha y la repartición de grandes extensiones de tierra en recompensa por las campañas militares, son dos nombres los que aparecen: Baltazar de Tremiño de Bañuelos y Diego de Ibarra.
En 1629, por Merced real, Diego de Ibarra se vuelve el dueño de la zona. Para 1665 otorga en propiedad lo que hoy es El Carro a uno de sus Capitanes, Juan Bautista de Espínola.
Para 1685 el Capitán la hereda a otro Capitán, José Payo de Cárdenas. Diez años más tarde, ya para acabar el siglo XVII, en 1695 Payo de Cárdenas la hereda a su yerno, un capitán más, Felipe Alfonso de Sandoval.
En 1816 es rematada la propiedad y adquirida por Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio de la Campa y Cos, tercer marqués del Jaral de Berrio y conde de San Mateo de Valparaíso quien compra la propiedad.
Irá cambiando de dueño hasta las reformas agrarias de 1913 que terminarán con este tipo de complejos.
En la actualidad lo que fuera la Casa Grande de la Hacienda de El Carro es usado como sede de la Presidencia Municipal de la Villa González Ortega.
En general, lo que se mantiene en pie ha sido reutilizado por la población, queda vestigio de las grandes trojes que albergaron las producciones de la hacienda.