La hacienda de Bañón para 1803 no solo abastecía a fresnillo sino que exportaba hacia México, Querétaro, San Miguel y Guadalajara, seis mil arrobas de lana, de dos a tres mil arrobas de sebo, cien mil carneros, quinientas mulas y machos y trescientos caballos. Ya en el Porfiriato Bañón inicio el mejoramiento de sus rebaños.