Hacia 1850 las grandes haciendas se habían fragmentado ya, en su lugar empezaron a crearse pequeños complejos, ya fuese de cero o sobre las estancias de los grandes complejos coloniales. Peña Blanca existe para esa fecha, será uno de los complejos jóvenes en lo que ahora es el municipio.

Muy cerca de la hacienda El Astillero se encuentra la comunidad de Peña Blanca, la atraviesa un rio, una vez que se cruza en una pequeña colina se encuentran los restos de la hacienda.

En el museo comunitario encontramos un rescate importante de la imagen original de la hacienda, existen algunas fotografías que dan cuenta de la vida en ésta.

Los restos de la hacienda dejan ver una serie de detalles muy característicos de la historia y el legado de grandeza de la zona. Podemos imaginar a partir de lo que vemos las grandes bardas que protegieron la producción, en el marco de sus puertas las flores de cantera que nos hablan de cierto nivel económico y ubicación que deja claro que fue una hacienda productiva.