Los portales en el imaginario de la Nueva España han sido prueba de poder

Para que se pudiera iniciar la construcción, debía adquirirse un permiso, además claro de contar con la solvencia económica para hacerlo.

Don Juan de Azcunaga vecino y republicano de la Villa de Llerena Real y Minas de Sombrerete, solicito en abril 3 de 1794 permiso para construir una portalería si excederse de lo regular, en el poniente de la Calle Real y otra en el costado que mira para la Parroquia con el fin de proteger a todo forastero, que carece de refugio en tiempos de aguas y fríos, además de servir de adorno para la calle.

Una vez obtenido el permiso y llevada a cabo la construcción, las casas y las familias se llenaban de orgullo.

Con el paso de los años los portales fueron desarrollando otras funciones, siempre muy ligadas al tránsito de los pobladores.

El conjunto de arquerías que adornan el Centro Histórico de Sombrerete tiene diferentes historias y se explican desde diferentes momentos y circunstancias de la historia. Hoy en día la mayoría de ellos alberga un número amplio de locales comerciales con diferentes temáticas.

La conservación y restauración de los portales ha sido constante, respondiendo a la tradición e historia que poseen.