La importancia histórica de la Casa de Cultura surge cuando se acondiciona el edificio, que anteriormente fue la escuela Benito Juárez García y años atrás claustro de Frailes Agustinos, mismos que llegaron a Sombrerete en 1631, según documentos del padre Fray Alonso de Quezada, originario de Sevilla España y uno de los primeros fundadores de dicha comunidad y del convento de los agustinos en el Reino de la Nueva Galicia (hoy Guadalajara).