A principios del siglo XX, era propiedad de Don Francisco del Hoyo, quien en septiembre de 1910 hizo el anuncio de que el General Porfirio Díaz, Presidente de la República, había aceptado venir a cazar venados, tal vez en hacienda de Cruces, del hoy estado de San Luis potosí y se hospedaría en la hacienda de Espíritu Santo.