Los restos de las haciendas las encontramos por todo el territorio de Pinos, que nos deja ver la actividad productiva en esta región.
La comunidad del Salto resguarda los restos de lo que fue posiblemente parte de alguna de las haciendas en el municipio.
Escalinatas de piedra que no conducen a ningún lado, construidas de piedra solida y que son parte de toda una infraestructura en la época de apogeo de las haciendas.
Encontramos grandes bodegas que han sido adaptadas para la vida y que ahora incluso cumplen el papel de capilla.
La piedra aún intacta de un molino nos deja saber que quizá fue de granos, aunque la lógica nos diría que pudo ser parte de alguna hacienda de tradición mezcalera.
La piedra aun intacta de un molino nos deja saber que quizá; fue de granos, aunque la lógica nos diría que pudo ser parte de alguna hacienda de tradición mezcalera.
Los lugares que se quedan perdidos en el camino y en el tiempo como éste, son los que nos ayudan a entender cómo las poblaciones se distribuyen y permanecen.
A partir de ellos se construye, deconstruye y reconstruye el espacio, mismo que pareciera no hacer caso del paso del tiempo.
Los restos de esta hacienda pueden ser vistos y apreciados mejor a la distancia, lo cual nos presenta una bella estampa de la provincia zacatecana.