Las morismas en Pánuco son la representación religiosa más importante.

Se celebran en Junio para conmemorar a San Juan Bautista y en Octubre vuelven a representarse.

No sólo la comunidad se ve involucrada, de distintos puntos llegan integrantes de las bandas a formar parte de la tradición.

Las Morismas de Pánuco comparten antigüedad con las de Zacatecas y Guadalupe.

La parte más importante del festejo y la representación, recae en las familias que se encargan de preservar y darle vida a la tradición año con año.

Las diferentes bandas de guerra se reúnen en el jardín principal en espera del momento para iniciar con la acción.

Cuando llega la hora, de una en una, tocando sus tambores, suben a la colina donde se llevará a cabo la representación.

Arriba todo está dispuesto para que las bandas se acomoden, los espectadores tomen el mejor lugar y la historia sea contada.

Las bandas toman su turno y una a una va haciendo sonar sus instrumentos, mientras las detonaciones de cañones no dejan de escucharse y los caballos empiezan a galopar.

Una danza ecuestre toma lugar en el descampado que ha sido año tras año el lugar elegido.

Cada movimiento, cada color, cada línea tiene un significado y uno tras otro los jinetes y sus caballos van dándole forma a la celebración.

Hombres y mujeres, adultos y algún valiente niño, se pierden en un baile que es musicalizado por el sonido de las trompetas y los tambores.

La tradición, la devoción y la historia son una misma por unos días, por unas horas.