El Primer Dueño fue el capitán Don Pedro Fernández de Quijas, casado con Doña Catalina de Saldaña. Se le otorgaron las tierras después de la conquista del lugar.

La hacienda llegó a abarcar lo que ahora es Villa Hidalgo, Loreto y parte del municipio de Pinos.

Hacia 1669 tras la muerte del capitán, su hijo, Pedro de Quijas Escalante hereda por donación la propiedad.

En el testamento se menciona a varios de los hijos, quedando posesionado de una parte de la hacienda, Nicolás de Quijas, hoy El Nigromante.

Para 1720 la familia Escalante vende la propiedad a Manuel García Rojas, ésta será la primera venta de las múltiples que sufrirá y que propiciarán la división de la extensa propiedad.

En 1760 los dueños son Doña Ignacia García Rojas y Fray José García Rojas. Es en éste año cuando se separa la Hacienda de San Marcos.

Un año después vuelve a cambiar de dueños, será ahora propiedad de Don Francisco Medina y Torres. Con el paso del tiempo, la expropiación de las tierras, los cambios de dueños, administraciones y el cambio mismo de la población, lo que hoy resta de lo que fue una de las haciendas más grandes del Estado

Da vida y movimiento a una de las comunidades importantes del Municipio de Loreto. Después hace más de tres siglos son típicas en El Lobo la Mojiganga y la danza de la conquista que presentan anualmente en junio en honor de San Antonio de Padua.