Una de las características principales del pueblo Jerezano es su amor por esa tierra.

La importancia de la familia y las tradiciones, es aquí donde aparece una de las neverías más antiguas y con mayor tradición.

Ubicada en el Portal de Inguanzo, a un costado del Jardín principal.

La nevería El Paraíso, es el hogar de una de las delicias más representativas de Jerez: el Raspanieves.

Compuestos por una, dos o tres bolas de helado de leche de sabor vainilla.

Bañadas con mermelada, colocadas sobre hielo molido saborizado con jarabe natural y contenido en una copa.

Los Raspanieves son ya una tradición y una visita obligada cuando se llega a Jerez de García Salinas.

El lugar es parte de una de las casas más importantes de la ciudad, lleno de luz y color.

El establecimiento pareciera estar suspendido en el tiempo.

Desde la entrada se siente la calidez que su propietaria y trabajadores quieren transmitir.

La elaboración del manjar no es sencilla, es un proceso artesanal en el que no se utilizan colorantes ni conservadores.

Diariamente se cocina, enfría y vende el helado hecho de leche “bronca”.

Cuyo sabor está a cargo del paladar más exigente y que lleva probándolo toda una vida.

Pero no sólo es un lugar para refrescarse, mientras se disfruta del helado, se puede observar la historia de Jerez en fotografías

Desde la primera gasolinera hasta el primer cine, las paredes del lugar exponen una colección de imágenes en blanco y negro.

Que son parte importante de la labor de difusión y conservación que una de sus propietarias se ha propuesto.