La hacienda de Santa Fe se localiza en los límites de Jerez con Tepetongo, a pocos minutos de la cabecera por la carretera a Tlaltenango.

Fue una hacienda de campo desde su creación, sin embargo su época más próspera se da a partir de 1756, cuando es comprada en subasta pública por don Juan Manuel de Bárcena, criollo y vecino de Villanueva, heredero legítimo de la hacienda de la Quemada.

Al no tener hijos Bárcena dispone la creación de la Obra Pía de la Quemada o de Bárcena, en la cual todos sus bienes, incluida la hacienda de Santa Fe, se ponían a disposición del obispado.

Es en el año de 1764, ocho años después de su adquisición por Bárcena, cuando él fallece y se forma la obra Pía, conformada por la hacienda de la Quemada, Santa Fe, Buenavista, el Cuidado y Guacasco, entre otras pequeñas propiedades en Zacatecas, Jerez y Villanueva.

A la fundación de ésta pasa a ser administrada por don Antonio González Beltrán según los deseos de Bárcena.

La extensión de la hacienda se estima fue de poco más de diez mil hectáreas con seis sitios de ganado mayor y menor, además de mil quinientas correspondientes a treinta y cuatro caballerías.

Una caballería era típicamente una extensión de tierra dedicada al cultivo de trigo, por lo que también se les conocía como “Tierras de pan comer”, aunque se cultivaban todo tipo de cereales, no solo trigo.