Hacia el norte de la ciudad encontramos la iglesia de San Antonio. Dos torres se alzan vigilantes sobre el paisaje de la ciudad.

El templo de San Antonio se empezó a construir en el año de 1897 por idea del Pbro. Francisco de Padua Robles.

Los altares principales del templo estuvieron a cargo de Don Emiliano Pilar, maestro cantero que dejó un legado de belleza en varias partes de la ciudad.

En un primer momento se pensó en el templo de carácter expiatorio, por lo que los altares y su decoración no fueron planeados para ser suntuosos.

El templo se encuentra en lo que se conocía como “barrio de arriba” ahora “San Antonio”.

Adjunto al templo encontramos una plazuela, misma que funciona como centro cultural para la ciudad, albergando desde hace años el festival cultural.