Ubicada a un costado de la carretera estatal que lleva a milpillas de la sierra desde Fresnillo, en la comunidad México Nuevo.
Esta hacienda perteneció a varios dueños, entre ellos a los Ibargüengoitia y a los Llaguno.
Recordando la gloria que hizo famosas otras haciendas, se ha hablado de la de Santa Cruz, posesión construida en 1613.
Se dice que el dueño de esta legendaria propiedad, Don Gaspar de Larrañaga, vendió sus tierras al Marqués de Altamira, Don Pedro Sánchez de Tagle.
La legendaria Hacienda de la Santa Cruz podía presumir 27 sitios para el ganado mayor, seis caballerías de tierra y una huerta de árboles frutales, con casa de terrado y capilla.
Ésta última, cuyos restos aún se mantienen en pie y están a la vista de quienes recorren la carretera. Además de numerosas bardas y el panteón de la hacienda.
La hacienda estaba valuada en 26 mil 972 pesos en oro común.
A pesar de estar bastante lastimada por los años y los saqueadores, aún muestra la gradeza y prosperidad que tubo esta hacienda.