La edificación del Templo surge como una necesidad de los pobladores de Calera que día a día continuaban creciendo y estableciéndose en lo que hoy es el municipio.

Hasta 1820 los servicios religiosos se realizaban en la Ciudad de Pánuco, cuando la población de calerense creció, los párrocos realizaban visitas periódicas, hasta que en la segunda mitad del siglo, se decidió realizar la construcción de un modesto templo.

Tiempo después con un terreno ya disponible, se empezó el diseño y hacia 1872 se inició la construcción del Templo del Señor del Consuelo.

Era 1895 y la mayor parte del templo había sido terminando, quedando sólo por construir las torres, la primera se terminó en 1936 y pasarían algunos años hasta la aparición de la segunda.

El Templo del Señor del Consuelo, tal y como lo conocemos ahora, se terminó de edificar en 1995 y una de sus últimas remodelaciones se ha dedicado a embellecer el interior.

La nave principal está acompañada de dos naves más a los lados, el interior del Templo es amplío y luminoso, enmarcando a la perfección el altar principal.

El color claro rematado con detalles en dorado son el preámbulo perfecto para el colorido con el que se adorna la cúpula.

Azules, morados y rojos vibrantes colorean a los 4 evangelistas que resguardan la famosa escena de la creación.

La cúpula luce majestuosa y resalta el interior que es por sí sólo imponente.

La construcción tal y como ahora la podemos apreciar es el resultado del esfuerzo de toda la población, no de ésta si no de varias generaciones además.

Disfrutar de los detalles interiores y exteriores es una de las cosas obligadas al estar en la ciudad.