VILLANUEVA

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La vida de una hacienda no se cuenta en una sola historia, viven diferentes etapas.
Son parte de muchos procesos y de la misma manera forman parte del legado de diferentes familias, así sucede con la Hacienda de Tayahua.
Su fundación se remonta al siglo XVI, 1554 para ser más precisos, es parte de los territorios pertenecientes a Diego Hernández de Proaño.
Antes que se fundara lo que ahora conocemos como Villanueva, la hacienda ya estaba funcionando.
De carácter principalmente agro-ganadero, la hacienda fue una de las más importantes productoras de la región.
Cumpliendo con la usanza de la época, la distribución de la hacienda se hace de manera funcional.
Dejando un espacio amplio, a manera de plaza, que es resguardado en sus lados por el templo.
La casa grande, las trojes y lo que a lo lejos parece ser un pequeño ruedo.
La entrada de la hacienda está coronada por un arco que nos deja saber claramente que hemos entrado.
A una de las estructuras productivas más importante para el período colonial en Zacatecas y en la Nueva España.
Determinar el total de hectáreas que conformaron la hacienda de Tayahua es difícil.
Al igual que la gran mayoría de este tipo de lugares, es fraccionada ya sea por compra venta, herencia o donación.
Después de tres siglos de ver pasar dueño tras dueño, en el siglo XIX es adquirida por la familia Aguilar, quien la conserva hasta la fecha.
Fue un período breve el que la hacienda dejo de pertenecer a los Aguilar después de la Revolución Mexicana y a mediados del siglo XX fue recuperada.
Debido a la fama de Antonio Aguilar, la hacienda fue utilizada en más de una película de las que protagonizó.
Al traspasar las puertas de la casa grande, podemos observar varias fotografías que dan cuenta de la vida.
Y el respeto que la familia tiene por una de las figuras más representativas de la cultura mexicana.
El Templo de la Hacienda es uno de los más bellos del Sur del Estado, se ubica junto a la casa grande, pero se aprecia al momento de llegar a la comunidad.
Una placa nos indica que fue terminado en 1906 y a más de un siglo de distancia sigue manteniendo su esplendor.
La cúpula en rojo llena de color el paisaje y es la referencia clara de su ubicación, mientras se recorre el lugar.
Al interior podemos apreciar la distribución del espacio en forma de cruz latina, el altar principal y la escolta de altares laterales completan la imagen.
La altura del lugar, las pilastras, el trabajo en cantera y los detalles en chapa de oro llenan de belleza el interior del Templo.
En el altar principal encontramos la imagen de la Inmaculada Concepción, cuya celebración se da durante el mes de diciembre, siendo el día principal el 8.
El valor histórico se suma al valor cultural del espacio, fue utilizado más de una vez para filmaciones de películas con temática revolucionaria.
El Templo de la Hacienda de Tayahua cierra a la perfección el círculo de historia, importancia y riqueza que caracterizaron el espacio que hoy ocupa por varios siglos.